23 septiembre 2007

Daisy

Todo empezo hace casi 15 dias, cuando notamos que se veia medio debiluchis. A excepcion de esta foto siempre se habia mirado como vaquita la pobre, de tan gordita q estaba, comia muchisimo. En los ultimos dias estaba muy flakita y no comia bien, luego ya no queria ni agua. Un dia llegue de mi trabajo y mis papas me dijeron que se la habia llevado el veterinario para ponerle suero y checarla bien, parecia que tenia algun virus, se veia muy mal, si el suero no le funcionaba no duraria ni 3 dias mas. Yo no queria que se quedara alla, si se iba a morir que fuera en mi casa donde pudiera verla, porque no me habia despedido de ella, yo queria que volviera. Al dia siguiente saliendo de mi trabajo me fui corriendo a verla llegue a casa del veterinario, me abrio su esposa y le dije " vengo a ver a la perrita dalmata", fue y le llamo al veterinario. Le dije vengo a verla!!, supimos que era lo que le pasaba, mi vecina le habia dado huesos y uno se le encajo por dentro y le provoco un derrame interno, se estaba desangrando sin poder evitarlo. Eran las 3.30pm, ella habia muerto a las 7am de ese mismo dia, me dijo. En mi casa a esa hora no hay nadie, todos trabajamos, pero en ese momento les avisaron a mis papas, ellos no me llamaron porque querian esperar que llegara a mi casa. Le pregunte muchas cosas, habia sufrido?! donde estaba en ese momento?! Nadie fue por ella, él mismo mando a alguien a que se la llevara de ahi, no supe a donde.

todo empezo hace casi nueve años, un invierno que llegue por la noche a mi casa, y mi tio me esperaba afuera para darme un regalo: Una hermosa perrita dalmata de 5 meses que se habia encontrado perdida, y yo la acepte, un perro es un compromiso y queria ser la mejor dueña, cuidarla y consentirla. Desde ese momento todos los dias, cada dia al abrir la cochera para irme, y al regresar a mi casa, ella me recibia. No terminaba de abrir la cochera y ya estaba ahi. He tenido muchos perros, me encantan, pero muchos se me han ido o se han mueto en menos del año. es la primera con la que he vivido momentos bien dificiles y muy felices por tanto tiempo. Y todavia me queda mi Felipe que casi es a la par de años.


Los perros son compañeros muy especiales, que aunque Dios no les tiene reservado un lugar como a nosotros, tambien son su creacion y nos pide cuidarlos.
Con ellos compartimos momentos tristes o felices, ellos solo escuchan lo que les decimos y nos acompañan, no hablan pero si sienten.


Segun el veterinario, era la dalmata mas vieja que habia visto, no duran mucho. Solo le doy muchas gracias a Dios por haberme dejado tenerla por tantos años, y hacer que mi vida estuviera mas llena de alegria.


Daisy, no sabes cuanto te extraño, pero te llevo siempre en mi corazon.

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